En un principio, el parque universitario Julio Prebisch, ubicado en la zona de La Rinconada, va a ser evolutivo. Cambiará su forma a medida que crezcan los árboles y se incorporen áreas en función de la relación que la Universidad Nacional de Tucumán tiene con la sociedad.
“La primera etapa será el trazado, las caminerías, el cerramiento perimetral, la iluminación. Después, va a tener un espíritu simbólico que represente a la universidad, y un espíritu didáctico que llegue al medio con el que las unidades académicas reflejen sus tareas”, explicó el arquitecto Oscar Chelela, magister en paisaje, quien está a cargo del diseño del nuevo espacio verde.
El parque está ubicado en el límite sur de Yerba Buena, aproximadamente en la mitad del camino de sirga. Es un triángulo de 22 hectáreas que la UNT ha aportado para que se hagan las lagunas de laminación que servirán para atenuar el impacto del agua que traslada el canal San Luis en dirección este, rumbo al Canal maestro de Desague Sur.
Sus límites son el camino de sirga (sur), calle San Luis (norte) y Martín Fierro (oeste). La punta del triángulo, hacia el Este, roza con la calle Federico Rossi. Y de norte a Sur atraviesa el parque la calle Concordia, dividendo el área del parque (16 hectáreas) de las lagunas de laminación, que están en esa punta del triángulo, la parte más baja.
Encuesta de consulta
“Trabajamos con una visión del paisaje como una construcción social a partir de la percepción y de la experiencia cultural de una sociedad, de su historia y sus valores -dijo Chelela -. Antes de empezar cualquier planteo hicimos una ligera encuesta; le preguntamos a la gente qué opinaba sobre los parques, con algunas imágenes para elegir con cuáles se identificaban más o les parecían más agradables, y qué objetos o ideas les sugería la palabra universidad. La encuesta fue a través de Google y abierta. Preguntamos grupos etarios, actividades, si pertenecían o no a la universidad. Hemos puesto imágenes modernas, o no; con traza recta, curva, con agua. Hubo coincidencia en relación a lo que debía ser un parque y una palabra predominante: uno decía universidad y a la gente le venía a la mente ‘pilar’ ”.
La palabra preponderante se definió en los cuatro pilares de las actividades de la UNT: docencia, investigación, extensión y gestión, dijo Chelela. Eso se marcará en el espacio central. Añadió que “a partir de eso fuimos definiendo cómo iba a ser el trazado, que ahora está siendo separado por las necesarias lagunas de laminación, mientras se hace el nivelado del terreno”.
En un sector, que tiene una profunda bajada desde calle Martín Fierro hacia el sudeste, hay además una hondonada que está siendo rellenada. “Había bastante desnivel entre la calle y las veredas; les hemos pedido a los ingenieros nivelar veredas y nivelar las pendientes del terreno. Se movieron capas de tierra, se sacó la tierra fértil –la capa superior donde están los nutrientes, que se acopia- y luego con la tierra de las lagunas de laminación se van haciendo las bases de la caminería. El parque va a ir tomando forma. Hasta que los árboles crezcan va a pasar un tiempo, cinco o seis años”, describió.
Con Chelela están el ingeniero agrónomo José Lucas, dos magister en diseño de paisaje, las arquitectas Sofía Mustafá, Josefina Corbella y Karina Ramos, diplomada en diseño en paisaje. Trabajan con los ingenieros de la empresa Supercemento, que están haciendo los piletones, y con la Municipalidad de Yerba Buena.
“No sólo árboles”
“Lo concebimos precisamente como un parque universitario diferente a los otros. Es una extensión de la universidad al medio; hemos pensado en actividades de las diferentes facultades que pueden presentar proyectos; Educación Física, Agronomía, Artes; jardines ecosistémicos, atractores de fauna; didácticos, para niños; jardines de tranquilidad, rélax, contemplación y otros espacios de encuentro social; lugares para hacer ferias, que se pongan food trucks. No solo árboles”, definió.
Habrá un bosque de árboles autóctonos que se está diseñando. “Grande, de calle a calle, casi la mitad del terreno, de yungas y también del este tucumano”. Habrá además “un bosque con plantas exóticas introducidas y adaptadas. Esto se estudia y debería tener un fin didáctico; si fueran citrus serían para enseñar cómo se hace una cosecha de limones, por ejemplo. Toda la vegetación que tengamos, no solo árboles sino también las arbustivas, vamos a tratar de que funcione como un jardín botánico sin serlo, que cada árbol tenga su cartel identificador”.
Añadió que todo se organiza con caminerías rectas, geométricas, otras concéntricas y en un centro un espacio simbólico que aún debe definirse. Además, “se están viendo los cerramientos más apropiados, dentro de las condiciones económicas y estéticas. No llevará lago, sí una fuente central”.
La primera bocanada de aire del parque comenzará a mediados de año, cuando estén listas las tareas de nivelado y la preparación de las lagunas de laminación, sobre las que habrá canchas.
A partir de entonces comenzará a visibilizarse el espacio verde. “Un parque en Yerba Buena viene bien; ahí hay mucho verde privado, no público -concluyó Chelela-. Creo que ese es el aporte que la UNT va a hacer al medio, un parque de encuentro social”.